Todos conocemos más o menos la certificación energética, llevamos tiempo viéndola en los electrodomésticos, en las bombillas y hasta en los hogares.
La eficiencia energética en viviendas comprende desde la mejor con la letra A hasta la menos eficiente con la letra G y en la etiqueta que solemos ver distinguimos dos valores consumo de energía y emisiones por metro cuadrado, mucha gente imagina lo que parece obvio, cuanto más altos los valores, es que más fría es la vivienda y consecuente mente peor es pero no es del todo así y os pondré un caso práctico en el que fácilmente se comprobará.
Lo que el técnico encargado de llevar a cabo el CE (Certificado Energético) mide es cuánta energía costará calentar X superficie, siendo X los m2 de la vivienda teniendo en consideración el aislamiento y orientación, si bien, nuestra vivienda no necesitara el uso ningún tipo de calefacción ya que por características propias de su construcción (y sí existen y muchas) es bien cálida, el sistema no nos dará una A en eficiciencia debido a que en caso de tener que calentarla de manera artificial, eso conllevaría un consumo y unas emisiones, asique aquí viene el caso práctico;
Vivienda de 2 habitaciones y 2 cuartos de baño, salón y cocina americana. Orientación este y oeste, construida con fachada ventilada y doble tabique entre vivienda, ventanas oscilobatientes de doble cristal con cámara y rotura del puente térmico en el perfil, todo ello debidamente mantenido y bien sellado. Los suelos de madera y persianas en PVC. Con la descripción que acabo de dar, todos pensaríamos que lejos de ser fría o cálida, sería un horno pero al margen de esto, lo que de verdad condiciona la letra en el certificado y siendo lo más influyente es lo siguiente: ¿sistema de calefacción? Si son acumuladores eléctricos no contéis con subir de una E ya que es un sistema de calefacción de elevados costes y emisiones además de ser muy lento, es decir que es muy poco eficiente.
Si hablamos de calderas de gas ciudad, no nos vamos a ir muy lejos, ya que aunque tengamos la más moderna, el gas tampoco es un sistema de 0 emisiones y tampoco lograremos acercarnos a la cima de la eficiencia, sí nos puede ayudar un sistema de placas solares en el edificio/casa ya que aprovecha el calor del sol sin crear emisiones y eso es 100% eficiencia energética. Aprovechar el calor de la tierra o la fuerza del viento, son acciones que mejoran la eficiencia de nuestro hogar y aunque pueda parecer que tienen un elevado coste, hay estudios que demuestran a según que viviendas lo pueden amortizar más pronto o más tarde.
La conclusión es que el certificado energético, no sirve para decir si la vivienda es fría o caliente, sino para determinar el coste y emisiones que conlleva consigo calentarla y/o enfriarla.
¡Échale un vistazo a nuestras otras entradas y síguenos en facebook!